Siempre me han gustado las historias de piratas.
Cuando era (no tan) niño me pasaba horas ensimismado delante de la pantalla del ordenador convirtiéndome en pirata de Monkey Island. En este videojuego tenias que prestar atención a las conversaciones que se mantenían con los distintos personajes, y así después, utilizar los conocimientos adquiridos para superar las pruebas que se te planteaban. . .
Anterior a los videojuegos, también me gustaban los comics del Jabato y del Capitán trueno, y aunque no eran piratas en sí, tenían características para poder considerarlos como tal . . .
. . .pero sin duda el libro que inicio tal fascinación fue “La Isla del Tesoro”.
Todo esto viene porque hoy he encontrado el libro en casa, y al ojearlo, he leído un nota del autor cuanto menos curiosa; dice así:
AL COMPRADOR INDECISO
Si los cuentos de marino, al son de marinos cantos,
con tormentas y aventuras, y también con mares cálidos,
con goletas y con islas, piratas abandonados,
con algunos bucaneros y también oro enterrado,
y si todos los romances, al modo antiguo contados,
exactamente igual que antes,
agrandan cual me agrandaron
a los jóvenes de hoy día,
que son aún más avispados,
adelante, ¡ya empecemos!
Si no es así y el muchacho
tan estudioso de hoy día
ese apetito ha olvidado,
y olvidado también ha
a Kingston y a Ballantyne el bravo,
a Cooper, el de bosques y el de barcos,
¡Adelante, también! Y yo entonces,
con mis piratas cansados,
iré tranquilo a la tumba
do yacen con sus pecados.
Tal vez cuando lo leí; me salte dicha página, ya que no recordaba nada de esto. Pero me alegro de haberlo descubierto.
Me parece una forma muy original de comenzar un libro genial.
Besos
Jim